¿Es amor o… una obsesión?

¿Es lo mismo el amor que la obsesión? Si se piensa una relación amorosa como un compromiso entre dos personas que respetan sus necesidades mutuas la respuesta sería un no rotundo.

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Las personas en una relación de compromiso amoroso tienen intereses individuales fuera de la relación. Se sienten libres para perseguir estos intereses, sin la interferencia o la objeción de su pareja. Las personas que experimentan obsesión pueden resentirse e incluso prohibir los intereses de sus parejas, porque, sencillamente, viven la individualidad del otro como una traición. Quienes experimentan la obsesión se sentirán siempre defraudados, enojados y celosos. Y asumen que sus sentimientos son correctos sin admitir ninguna discusión. La ira nacida de la obsesión, la inseguridad y los celos a menudo conducen a la violencia y al comportamiento irracional.

Estar en el extremo de recepción de una obsesión no es nada divertido. El obsesivo te controla cada minuto de tu vida, te manda mensajes de texto a cada paso, sospecha de todo lo que haces, puede volver tu vida un verdadero infierno, y hay que escuchar esas típicas expresiones que el obsesivo toma como amor: "Me mato si no puedo estar contigo"; "Te amo más que a mi vida"; "Sin ti no soy nada". Los niveles de asfixia a los que pueden llevarte ascienden hasta lo insoportable.

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La realidad es que para que el amor pueda crecer hace falta espacio, respeto, confianza en la relación y en el otro. Yo no deseo que me necesiten, deseo amar y ser amada. Y allí es cuando empieza a tallar la seguridad personal. Mal puedo confiar en otro si no confío en mí misma.

Y los obsesivos y obsesivas, no solo en las relaciones que logran establecer asfixian toda probabilidad de que el amor crezca. Basta que se sientan atraídos por alguien para que empiecen a articular su manía persecutoria: mensajitos, llamadas, seguimientos pasarán a formar parte de su estrategia de seducción. La realidad es que no pueden parar de pensar en el objeto amoroso, tengan una relación o simplemente una atracción.

¿Alguna vez te ha pasado?

En Twitter @aleherren

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