Animales abandonados en las calles

"Su dueño se fue de vacaciones y lo dejó atado en la puerta de una comisaría. Está muy asustado. Ahora está en un calabozo, con agua y comida, pero hay que sacarlo de allí", reza el texto debajo de la foto de un perro ovejero alemán adulto.

"Por favor, alguien que la adopte o le dé tránsito. Su dueña ya no la quiere y dice que de no entrarle nueva familia le aplicará eutanasia", se anuncia debajo de la imagen de una bellísima gata blanca y negra.

Foto: Cortesía de Ale Herren
Foto: Cortesía de Ale Herren

"A esta gatita de 45 días alguien le ató las patas delanteras y le hizo explotar pirotecnia. Habrá que amputarle sus manitos y necesitamos ayuda", se explica en la imagen de una bebé naranja que entra en la palma de una mano.

Estos alertas son habituales en Facebook entre los numerosos proteccionistas que se mueven como un hormiguero, tratando de ayudar a aquellos que otros abandonan o torturan, esos que son nuestros animales de compañía, seres inocentes y sensibles.

Para muchos será una sensiblería, pero la verdad es que la población de animales domésticos abandonados a su suerte no para de crecer, a pesar de la intensa actividad de numerosas proteccionistas independientes, que funcionan a pulmón. En Buenos Aires, según cifras oficiales, hay unos 100 mil perros y gatos, pero según el Instituto Pasteur, entre los que están en la calle y los que se encuentran en los abarrotados refugios, la cifra llegaría a un millón, según un artículo publicado en el diario Clarín, de Argentina. "El que abandona animales no asimila que son seres que padecen y que son sensibles. Hay un gran sector de la población que es muy cruel", dice Ina Bancalari, presidenta de la Sociedad Protectora de Animales Sarmiento, un refugio con 102 años de historia.

Foto: Cortesía de Ale Herren
Foto: Cortesía de Ale Herren

¿Es un problema cultural? Sin dudas. A esto se suma la gran cantidad de criaderos de perros y gatos de raza, que tienen a las hembras en condiciones horrendas durante todo su período fértil pariendo cachorros como si se tratara de una simple factoría.

Los animales no son un juguete, ni un objeto que se pueda comprar y regalar para el cumpleaños de alguien. Alguna vez deberíamos tomar conciencia de que son seres vivos, sensibles, que dan amor y a los que hay que cuidar durante toda su vida porque dependen de nosotros.

Foto: Cortesía de Ale Herren
Foto: Cortesía de Ale Herren

La noche de Navidad salí con mi hija a repartir comida entre gente sin techo de mi barrio, y me crucé con Pedro, un señor que vive en la calle junto a sus seis perros, todos impecables y bien alimentados. No pude evitar pensar: "Este hombre que no tiene nada cuida a sus perros como si fuesen su familia, y otros que lo tienen todo dejan a sus animales abandonados en las calles. Qué ironía."

Porque, para ser sinceros, ¿le aplicarías eutanasia a tu hijo porque ya no lo aguantas más? ¿Le harías explotar pirotecnia entre los brazos a tu bebé para divertirte?

Seguramente no...

No compren. Adopten. Esterilicen para que no sigan reproduciéndose sin fin, y además les ahorrarán enfermedades futuras.

Si quieren saber más los invito a visitar dos de las más conocidas organizaciones de voluntarios, y la red más importante con sede en varios países. Si viven en Buenos Aires, allí pueden adoptar un animalito de la calle.

El Campito Refugio
De Gatitos
Red Mascotera

En Twitter @aleherren

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