Reduce tu exposición al polen

Por: Maria Mora / Healthy Living

Cuando los síntomas de una alergia nasal te molestan solo en primavera, final del verano u otoño, es probable que seas alérgico al polen. Cuánto lo notes o sufras depende de dónde vivas y, hasta cierto punto, del clima local.

Ya que el polen se encuentra en casi todo el planeta - excepto en los casquetes polares y en puntos muy elevados- es casi imposible escapar de él. Sin embargo sí puedes limitar tu exposición a él siguiendo estos consejos.

1: Quédate adentro en temporada alta

El conteo del polen es más alto en días cálidos, secos y con algo de viento. Los mejores momentos del día para estar fuera son: muy temprano por la mañana (cuando el rocío está sobre las plantas) por la tarde, durante y después de la lluvia, o en días muy nublados, húmedos o sin viento. Organiza tus actividades exteriores, incluyendo el ejercicio, para éstos momentos.

2: Mantén tu casa limpia

El polvo de tu casa contiene polen. Así que para reducir los síntomas debes mantener al mínimo el polvo en tu ambiente interior. Irritantes químicos, como el humo de la leña de una chimenea, la contaminación, el cigarrillo, una pipa y el humo del cigarro pueden contribuir a empeorar los síntomas de la alergia.

3: Utiliza el aire acondicionado

Mantén las ventanas y puertas cerradas. Evita el tener que orear la casa abriendo las ventanas. Utiliza un aire acondicionado para mantener una temperatura agradable y para filtar el polen. Puedes comprar un filtro de alta eficencia en la acumulación de partículas llamado HEPA, que removerá casi todas las partículas de polen del aire.

Cuando conduzcas, utiliza el aire acondicionado y el sistema de recirculación de tu coche. Asegúrate de revisar periódicamente el aire acondicionado de tu coche para remover el moho y el polvo del sistema.

4: Enjuágate la nariz

Después de exponerte al polen, utiliza agua salada o un spray nasal para limpiarte la nariz. Esto puede calmar mucho los síntomas. Estos productos los puedes adquirir sin receta.

5: Protégete los ojos

Si tienes que estar en el exterior durante la época del polen, utiliza gogles o gafas completas. Si eres muy sensible utiliza una mascarilla nasal para filtrar el polen que puedes encontrar en la farmacia.

Además, no utilices lentes de contacto cuando el conteo de partículas de polen sea alto ya que éstas pueden meterse debajo de los lentes e irritar tus ojos.

6: Lávate

Después de estar en el exterior durante momentos de mucho polen, cámbiate la ropa, lávala y toma una ducha. Dúchate y lava tu pelo cada noche para evitar que lleves polen a tu cama. Lávate las manos frecuentemente. Asegúrate de secar tu ropa en la secadora, o evita secarla en el exterior para que no se le peguen partículas de polen, especialmente húmeda.

7: Evita actividades que levanten el polen

Cortar el pasto, barrer las hojas, o cualquier otro tipo de trabajo de jardín removerá muchísimo polen. Contrata a alguien que te ayude o que alguien en casa te eche una mano. Procura que el pasto no tenga más de 5 cm de altura para que no se polinice. Si no tienes quien te ayude, utiliza una mascarilla que filtre el polen mientras realizas el trabajo.

8: Elige las plantas de tu jardín con cuidado

Lo que plantes en tu propio jardín puede hacer una gran diferencia en tus síntomas de alergia. Los jardines grandes pueden ser populares, pero pueden causarte mucho sufrimiento si eres alérgico al polen del pasto. En su lugar planta que tengan polen grande y más pesado, ya que es menos probable que se conviertan en una fuente de alérgenos aéreos.

9: Tómate unas vacaciones libres de alergias

Planea viajes a lugares con menos alergenos. Por ejemplo una playa o un lugares a más de 1,500 metros sobre el nivel del mar, ya que son lugares con menos alergenos en el aire.

10: Identifica la temporada de polen

Todas las plantas producen polen al mismo tiempo durante el año. Cuándo comienza la polinización -y cuando tu miseria comienza pues eres alérgico al polen- depende de dónde vives. Conocer qué tipo de polen es un alérgeno para ti y cuándo es la temporada más alta de éstos te ayudará a evitar o limitar tu exposición a éstos alérgenos y reducir tus síntomas de alergia.

Una temporada de polen puede extenderse de septiembre a octubre. Por lo general, si vives más al norte o al sur, la primavera comienza más tarde. Hay zonas donde la temporada puede comenzar incluso en enero.

Los árboles polinizan primero, por lo general en enero o febrero y hasta mayo. Los pastos polinizan después, comenzando en mayo y hasta mediados de julio. Las hierbas polinizan al final del verano y hasta el otoño.