Yahoo Estilo “Cásate y sé sumisa”, el título que nos retuerce
"Cásate y sé sumisa. Experiencia radical para mujeres sin miedo" es quizá uno de los libros que más polémica han generado en los últimos años, al grado de que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España pidió públicamente que sea retirado de circulación por ser "una falta de respeto para las mujeres".
El párrafo que la editorial Nuevo Inicio del arzobispado de Granada utiliza para anunciarlo en la red y que es además parte de su contraportada dice: "Ahora es el momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión. Y, entre nosotras, podemos decirlo: debajo se coloca el que es más sólido y resistente, porque quien está debajo sostiene el mundo."
La autora, Constanza Miriano, es una periodista italiana que armó el libro en forma de cartas a sus amigos con reflexiones sobre su experiencia como madre y esposa.
Antes de exponer algunos de los pasajes que más revuelo han causado tengo que agregar que Constanza asegura que "estar debajo" y ser "sumisa" no significan que la mujer sea inferior. Para ello miremos primero las definiciones de algunas de las palabras utilizadas, y que verás en los siguientes pasajes:
Sumisión: Sometimiento de alguien a otra u otras personas. / Acatamiento, subordinación manifiesta con palabras o acciones.
Sumiso: Obediente, subordinado. / Rendido, subyugado.
Subyugar: Avasallar, sojuzgar, dominar poderosa o violentamente.
Someter: Sujetar, humillar a una persona, una tropa o una facción. / Subordinar el juicio, decisión o afecto propios a los de otra persona.
Ahora sí los pasajes:
"Si algo que él hace no te parece bien, con quien tienes que vértelas es con Dios. Dios te ha puesto al lado de tu marido, ese santo que te soporta a pesar de todo."
¿Te soporta? Si tu marido te "soporta" quizá no estés en la relación adecuada, y si tú lo "soportas" a él, entonces todo va mucho peor. Una relación, amistad, amor, o matrimonio que conlleve que tienes que "soportar" al otro, es ya de por sí un fracaso y un menosprecio a la humanidad y la persona. Si ese otro es además (según Constanza) todopoderoso, cualquier acción es justificable, llámese violencia física, psicológica, borracheras, despilfarros...
"La mortificación nos gusta porque es para alcanzar un bien mayor, y ese bien es acoger a tu marido, por consiguiente engendrarte a ti misma".
Constanza, si a ti te gusta mortificarte, bien por ti. No nos metas a las demás mujeres en tu "nos gusta".
"Si solo acoges aquello que es conforme a ti, aquello que tú piensas, no estás casada con un hombre, sino contigo misma. En lugar de hacer eso, debes someterte a él".
Ok se vale, hay más de un punto de vista en el mundo, y quizá escuchar el punto de vista del otro sea la mejor forma de llegar a un acuerdo. ACUERDO. Pero someter tu juicio a ese "todopoderoso que te soporta", dejarte humillar porque lo que tú piensas "no sirve para nada"... ¿No es igual que si él no te toma en cuenta y decide que solo lo que él piensa está bien? De ser así, él tampoco estaría casado contigo, sino consigo mismo.
"¿Tengo que darle la razón aun cuando no la tenga? Yo diría que sí... Te dará miedo, porque abandonar tus propias convicciones es algo horrible. Pero no te estás arrojando al vacío, te estás arrojando a sus brazos."
¡Claro que abandonar tus propias convicciones es horrible! Es darle la espalda a quién eres para convertirte en el esclavo de alguien más. Y eso de "arrojarte a sus brazos"...
"La sumisión es la actitud que la mujer debe tomar para que el marido le haga caso... Te lo puedo asegurar que un hombre no se puede resisitr a una mujer que lo respeta, que reconoce su autoridad, que se esfuerza lealmente en escucharlo, en dejar a un lado su propio modo de ver las cosas, que se muerde la lengua, que se acepta por amor recorrer caminos muy distintos a los que ella hubiera elegido de estar sola."
Es decir, los hombres nos prefieren tontas, sumisas y calladitas, para que luego puedan echarnos la culpa de todo lo que salió mal echarles la culpa de todo lo que salió mal. Y sí, recorreremos un camino diferente a que si estuvierámos solas, porque estaríamos compartiéndolo...
No es de extrañarse que los partidos políticos españoles se hayan unido a las críticas y las investigaciones, y que colectivos de mujeres como la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorcidadas también.
Algunos de los argumentos de estas instancias se leen así: "Es un manual clarísimo de violencia pues esclaviza a la mujer"; "Es una apología de la violencia contra las mujeres"; "Es discriminatorio y sexista"...
Dentro del círculo eclesiástico también han surgido quejas y comentarios, como la del obispo de Bilbao que declaró: "El título del libro no revela lo que piensa la Iglesia", y el portavoz de la coferencia episcopal española, José María Gil Tamayo, afrimó que "La sumisión no se corresponde con la doctrina de la Iglesia ni del Evangelio."
Franciso Javier Martínez, el arzobispo de Granada, publicó una larga carta en la página del Arzobispado de Granada explicando sus razones para la publicación. "No es mi intención defender el libro, que se defiende por sí solo, ni justificar su título o el del que sigue" (¡es decir que habrá una secuela!). Asegura que el libro en cuestión (y el que vendrá) refleja las enseñanzas de la Iglesia (¿no decía el de Bilbao que no?), agregando que "... la polémica generada por este libro... que no pretende más que ser en precioso testimonio de amor y de libertad de una mujer cristiana de hoy... resulta ridícula e hipócrita."
¿Sabrá acaso lo que significan "ridiculez" e "hipocresía"?
Yo no puedo morderme la lengua, solo compartir lo que pienso. Y sí, me queda claro que yo no soy el público ideal de Constanza, ni del arzobispo de Granada, pero creo que nadie debería serlo. Este libro parece más una guía de cómo ser una buena esposa del siglo pasado. La mujer esclava de un marido que "Dios ha elegido para ella y por lo tanto debe someterse a ello". Eso no es un matrimonio.
¿Qué opinas?
@travesabarros
Mira también:
Elegir ser ama de casa, ¿antifeminista?
