Trucos para que la meditación sea menos intimidante

Ahora es cuando piensas: “¡Eso es de los monjes! Señores que tienen mucho tiempo para sentarse en silencio, sin hacer nada. Yo no puedo concentrarme”. Si los prejuicios te invaden y no te animas a empezar, te damos algunos tips para que te resulte una práctica menos intimidante.

 

La meditación es una práctica que cualquiera puede hacer. Foto: Thinkstock
La meditación es una práctica que cualquiera puede hacer. Foto: Thinkstock

Por qué darle la oportunidad

Diversos estudios han observado que la meditación podría reducir la presión arterial, los síntomas del colon irritable, la ansiedad, la depresión, el insomnio, y la incidencia y duración de problemas respiratorios como la gripe, de acuerdo con el sitio del Centro Nacional para la Salud Complementaria e Integradora de EEUU (NCCIH, según sus siglas en inglés).

La meditación es un término utilizado desde hace siglos para hablar de las múltiples formas de relajarse. Todas persiguen la misma meta, lograr la paz interior, pero no hace falta que sean guiadas por un experto. Puedes hacerlo por tu cuenta, cuándo y dónde quieras, alienta el sitio.

Trucos para empezar

Lo principal, para que no nos resulte tan intimidatorio iniciarnos en el mundo de la meditación, es no juzgar nuestras habilidades, ya que solo lograremos aumentar el estrés. Como todo, requiere de práctica, hay que tener paciencia, señala la Clínica Mayo.

Ten en cuenta, por ejemplo, que es común que tu mente divague durante la meditación. De ti dependerá encaminarla nuevamente hacia el objeto, la sensación o el movimiento en el que te estés enfocando.

Tips para hacerlo en casa

La institución mencionada suma las siguientes recomendaciones:

- Respira profundamente. Esta técnica es especial para principiantes, ya que respirar es una función natural. Enfocar la atención en ella, concentrarse en la sensación, y en el sonido del aire entrando y saliendo de las fosas nasales, nos ayudará a relajarnos.

- Examina tu cuerpo. Haz un viaje por él con tu mente, enfocándote en cada parte. Presta atención en donde sientas dolor, tensiones, calor o relajación. Esta técnica puede conjugarse con la respiración.

- Repite un mantra. Crea el tuyo propio, es decir, una palabra o frase que repetirás una y otra vez como el om.

- Caminar y meditar no son excluyentes. Puedes meditar caminando en cualquier sitio. Enfócate en el movimiento de las piernas, en los pies, no en un destino, sino en el paso y en lo que hace cada partecita de tus miembros inferiores.

Tal como enfatiza la Clínica Mayo, no existe una forma correcta o incorrecta de meditar. Lo que importa es que te ayude a reducir el estrés y a aumentar tu bienestar.