Ejercita tus piernas, glúteos y vientre en casa

Las mujeres siempre queremos mejorar algunas partes de nuestro cuerpo; quitar un poquito de acá o agregar un poquito allá. Aunque hay tres zonas en donde somos demasiado exigente: vientre, glúteos y piernas.

Si logramos mantener esos puntos en su medida y tonicidad justas, seguro nos animaremos a lucir el bikini en la alberca o durante una escapada a la playa, por ejemplo.

Para obtener excelentes resultados, no es necesario correr al gimnasio. ¡En esta nota te contamos qué ejercicios puedes hacer en tu hogar!

Los glúteos. Recuéstate boca abajo en la cama, el borde debe llegar por debajo del pubis o, mejor aún, en el comienzo de las piernas para que éstas queden colgando. Ahora, levanta ambas extremidades al mismo tiempo, endureciendo glúteos y los muslos hasta que tu cuerpo quede totalmente en línea recta. Luego, levanta una pierna sobre la altura de la otra y a bajarla, sin doblar la columna. Hazlo 10 veces con la derecha y después con la izquierda. Para ver buenos resultados, intenta tres rutinas de este movimiento diario.

 



El vientre. Las tijeras son un ejercicio de gran efecto si quieres lucir una panza plana. Hay distintas maneras de hacerlas. Debes recostarte boca arriba en el suelo, sobre una colchoneta o en un mat con ambos brazos apoyados detrás de la nuca. Estira las piernas y levántalas hasta formar un ángulo de 45 ° sobre el piso. Comienza a levantar una pierna mientras bajas la otra. Repite tres rutinas de 10.

Este ejercicio tiene mayor efecto si repites el mismo movimiento mientras giras el torso del lado contrario a la pierna. Alternan una y otra vez con cada una como si acercaras el codo derecho al pie izquierdo y al revés. Es ideal para afinar la cintura. Puedes realizar también tres series de 10 movimientos.

 



Las piernas. Las sentadillas o zancadas dan excelentes resultados en corto tiempo, pero es necesario ser regular y mantener un ritmo todos los días. Sirve para las piernas y también favorece a los glúteos.

Párate con la espalda derecha, los brazos a los lados del cuerpo y la cabeza mirando el horizonte. Haz un paso largo hacia adelante, doblando la rodilla de la pierna que quedó fija, hasta casi alcanzar el suelo.

 

Es importante que la espalda siempre quede recta y que la pierna adelantada esté en una posición de 90 grados sin que el pie pase la rodilla. Mantén unos segundos el equilibrio y volvemos a la primera posición para comenzar con la otra pierna. Repítelo 20 veces en total e intenta hacer otra serie más.

Cuando logres terminar todas las rutinas completas, puedes empezar a alargarlas poco a poco, hacer más repeticiones o alternar con nuevos ejercicios.

 

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