Yahoo Estilo Caderas grandes, ¿mujeres más sanas?
La mujer tiende a acumular grasa en el tren inferior del cuerpo, específicamente, de la cintura para abajo; de hecho, es algo con lo que a diario luchamos la mayoría de las mujeres, y sobre todo, porque la moda que se impone en las pasarelas y los medios publicitarios maneja cuerpos extremadamente delgados, con una imagen andrógina.
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El tamaño de las caderas es resultado, 100%, de cuestiones genéticas y hormonales. Las mujeres tenemos caderas más redondeadas que los hombres y los estrógenos se encargan de favorecer la acumulación de grasa en glúteos, caderas y muslos. La naturaleza, sin embargo, es sabia; la grasa que se encuentra alrededor de esta parte del cuerpo tiene una razón de ser; entre otras cosas, es sinónimo de fertilidad, implica que la mujer está preparada para dar vida, por lo cual, esta parte tiene esa fisonomía.
Como comenté anteriormente, la naturaleza es sabia, y existen estudios que indican que las mujeres con caderas y traseros voluptuosos tienden a vivir más y ser más sanas. Hace algunos años se publicó un estudio realizado por investigadores del Instituto de Medicina Preventiva, en Copenhague, Dinamarca, que sostiene que la grasa localizada en las caderas contiene un antiinflamatorio natural denominado adiponectina; este previene que las arterias se bloqueen. Después del seguimiento correspondiente, el estudio determinó que las mujeres de caderas amplias presentan un 86% menos de riesgo de desarrollar enfermedades coronarias y un 46% menos de enfermedades cardiovasculares. Para gozar de este beneficio, al menos son necesarios 100 centímetros de circunferencia en la cadera, justo a la altura de donde comienzan las piernas.
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Por otro lado, la agencia de noticias Reuters publicó un estudio realizado por la Universidad de Oxford, Inglaterra, el cual encontró que la grasa proveniente de la parte baja del cuerpo de las mujeres (piernas, caderas y nalgas) previene, gracias a la cantidad y tipo de hormonas que contiene, el desarrollo de la diabetes.
El Doctor Konstantinos Manolopoulos, también de la reconocida Universidad Británica de Oxford, comenta: “es asombroso el rol protector de la parte inferior del cuerpo, es decir, de la grasa glúteo-femoral”.
Las grasas producidas por estas zonas, a diferencia de la grasa abdominal que tienen el efecto contrario, producen hormonas que ayudan a metabolizar mejor los azúcares y otros lípidos. También favorece los niveles de leptina, que es una hormona que se encarga de regular el peso.
Por si fuera poco, este tipo de cadera, estéticamente hablando, es una figura mucho más femenina que la que ahora exhibe la publicidad y las revistas de moda; no en vano los hombres prefieren este tipo de cuerpo. Si no lo crees así, solo piensa en figuras como la de Marilyn Monroe y Sophia Loren, que a la fecha, continúan considerándose “sex symbols” en toda la extensión de la palabra.
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Ahora, no mal entiendas esta información, no quiere decir que tengas que dedicarte a comer de más; los beneficios que te puede brindar el tener un gran trasero vienen determinados por la herencia genética, por lo que comiendo sin razón, tal vez consigas que te engorde el “derrière”, pero no obtendrás necesariamente sus beneficios; al contrario, te buscarás lo que no tienes. Si tú, porque la naturaleza así lo quiso, tienes una forma de cuerpo conocida como “reloj de arena”, aprende a apreciarlo y a aprovechar sus beneficios, pues ya viste las ventajas que éste te puede brindar.
¡Tú generas el cambio!
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Gabrimar Lascurain es fitness manager.
