La meditación que necesitas

Existen varios tipos de meditación, cada una actúa sobre nuestra conciencia de forma distinta. Al igual que ocurre con otras actividades, uno se encuentra con varias modalidades de meditación y las practica para encontrar la que más le acomode. En mi experiencia, he encontrado que, dependiendo del momento por el que esté pasando, una me funciona mejor que otra, pero no sabía por qué hasta que me encontré con el estudio del Doctor Jian Xu, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega, quien realizó una interesante investigación al respecto.

Un estudio encontró diferencias importantes en dos tipos de meditaciones / Foto: Thinkstock
Un estudio encontró diferencias importantes en dos tipos de meditaciones / Foto: Thinkstock

Publicado en el Frontiers in Human Neuroscience (a través del sitio Science Daily) el estudio de Xu clasificó las meditaciones en dos grandes ramas según su técnica: en la meditación “concentrativa”, la persona enfoca su atención en la respiración o en pensamientos específicos que suprimen otros pensamientos; en la meditación no dirigida, la persona se enfoca en su respiración y en un sonido (tambores, canto, mantra), y deja que el pensamiento vague libremente.

La investigación de Xu acudió a catorce personas con amplia experiencia en la meditación “Acem”, una técnica no dirigida. Con una máquina de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) se midió la actividad mental antes, durante y después de los dos tipos de meditaciones (concentrativa y no dirigida). Durante la meditación no dirigida aumentó la actividad en la parte del cerebro donde se procesan las emociones y los pensamientos sobre uno mismo. En la concentrativa, la actividad en esa misma parte del cerebro se mantuvo igual que en un estado de reposo.

El hecho de que haya más actividad cerebral cuando la mente divaga y no cuando la persona está concentrada sorprendió al Dr. Xu. “Cuando los participantes dejaron de realizar una tarea específica, hubo un aumento en la actividad del cerebro en la zona donde se procesan sentimientos con pensamientos". Esa zona del cerebro es una suerte de sistema operativo basal, "una red de reposo" que se encarga de realizar tareas que no requieren atención dirigida.

Estos resultados indicarían que la meditación no dirigida abre más espacio para procesar recuerdos y emociones, información bastante útil al momento de decidir qué meditación necesitamos.

@luzaenlinea

 

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