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¿Quieres fortalecer tu mente? Deja de hacer esto

La estimulación que recibimos los habitantes de las grandes ciudades es pasmosa. Música, pantallas en todas partes, alarmas, anuncios, gente y más gente, vehículos… Si a eso añadimos la mala alimentación, el estrés del trabajo y los problemas cotidianos, nos convertimos en una bomba de tiempo, física y mentalmente hablando, porque el ruido de nuestra mente es tal que ya no sabemos distinguir la naturaleza de nuestros pensamientos.

Una mente fuerte sabe distinguir entre los pensamientos propios y los prejuicios asumidos.
Una mente fuerte sabe distinguir entre los pensamientos propios y los prejuicios asumidos.

Así como integramos actividades físicas y alimentación saludable a nuestra vida cotidiana, necesitamos fortalecer nuestra mente y atenderla para convertirla en una aliada y no en un obstáculo vital. A fin de cuentas, la división entre cuerpo y mente no es más que una ilusión, pues no funcionan por separado.Claire Dorotik-Nana, investigadora, terapeuta y autora, apunta cinco acciones que debemos dejar de hacer si queremos fortalecer nuestra mente. (Ojo: no confundamos fuerza con rigidez; en el caso de la mente, la fuerza lleva a la flexibilidad.)

1. Deja de tomar responsabilidades que no te corresponden. Aprender a distinguirlas es el primer paso. De lo único que somos responsables en esta vida es de nuestro comportamiento, pensamiento y emociones. Hay que dejar atrás la idea de que los demás tienen la culpa de lo que nos pasa y, por lo mismo, tienen la obligación de mejorar nuestras condiciones de vida. Este consejo de Dortnik me deja pensando en algo: la realidad es múltiple, no podemos controlar lo que ocurre, pero sí podemos controlar lo que hacemos al respecto. ¿Reaccionas o respondes? Lo primero es un impulso defensivo o agresivo; lo segundo es un acto reflexivo, consciente y congruente. Si te enfocas en tus asuntos, no tendrás tiempo ni interés en señalar lo que hacen o dejan de hacer los demás, comprenderás que cada quien elige (y renuncia) como puede y hace lo mejor que puede con las herramientas que tiene.

2. Deja de pensar que todo es personal. Lo que la gente haga es reflejo de su carácter y su personalidad. Y nada más. La gente con fortaleza mental no anda pensando que los demás le tienen mala voluntad ni se engancha con cada post de Facebook pensando que esa personita “puso ese post para que yo lo leyera”. La mente fuerte no reacciona a las acciones, los pensamientos o emociones que no van específicamente dirigidas a ella.

Una mente fuerte sabe que no puede reaccionar en el presente con base en las especulaciones futuras.
Una mente fuerte sabe que no puede reaccionar en el presente con base en las especulaciones futuras.

3. Deja de especular. Dice Dorotnik que una mente fuerte sabe que no puede predecir el futuro. Más que dejar de proyectar posibilidades, creo que la idea detrás de este consejo es dejar de reaccionar a partir de las especulaciones. Obviamente, en la vida práctica necesitamos planificar nuestras actividades, y eso requiere proyectar algunos escenarios. Pero si vives distraído en lo que podría ocurrir, cometerás errores y dejarás pasar oportunidades importantes, ya que el futuro se construye con lo que hagas en cada instante.

4. Deja ir las ilusiones. No malinterpretemos este consejo: ilusión, sueño y meta no son lo mismo. A lo que se refiere Dorotnik es a hacer a un lado la ilusión de que una fuerza mágica hará que “todo se arregle”, o bien, la idea de que si lo ignoro (no veo, no escucho, no muevo), no me afectará. Creo que las ilusiones nos inmovilizan y nos estancan, están ligadas a la ley del menor esfuerzo y la zona de confort. Las ilusiones son pensamientos para evadir lo que nos molesta, nos incomoda o nos duele, pero justamente esas experiencias son las que nos ayudan a crecer.

5. Deja de aferrarte al pasado. Apegarnos al pasado es una forma de no sentir la pérdida. Una mente fuerte reconoce que vivir en el pasado es un anhelo y nada más; por más maravilloso que haya sido, ya pasó. ¿Sabes qué ocurre cuando manejas un auto mirando sólo por el retrovisor? Es lo mismo con la vida. Cuando alimentas tu mente exclusivamente de recuerdos (eso incluye los prejuicios y las ideas que has heredado y que irreflexivamente asumiste como propias), pierde la capacidad de recibir nuevas experiencias y se atrofia como un músculo. Recuerda: dejar ir es dejar llegar.

La fortaleza mental es un ejercicio gradual, no es algo que se gane de un día para el otro, aclara Dorotnik. Así como aprendemos a sintonizarnos con lo que queremos y a hacer frente a las dificultades, también podemos aprender a fortalecer nuestra mente para que deje de ser nuestro más grande obstáculo.

@luzaenlinea

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