Pros y contras de tener sexo en hoteles

Texto: Mariana Israel


Comer, trabajar, hacer el amor... nuestra rutina cotidiana es, más o menos, siempre la misma, hasta que nos invitan a un hotel o nos vamos de viaje. Por algo será que los expertos en pareja recomiendan “cambiar de escenario”: el sexo en los hoteles tiene un condimento ¡extrapicante! Te decimos por qué.

• La novedad, esa es la cuestión. Lo nuevo –en este caso, una habitación distinta–, tiene la capacidad de disparar la dopamina, sustancia química cerebral vinculada con el placer, según explica Michael Castleman, autor del libro "Great Sex", en la revista de la AARP. “Hacer cosas nuevas juntos es un consejo clásico para mejorar la relación. No es casualidad que el sexo sea más pasional en un hotel. Estás en un entorno nuevo y diferente. Eso es excitante, romántico, y agita la libido”, amplía la terapeuta sexual Louanne Weston en la publicación mencionada.

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• Una intención bien definida. Estás ahí para una sola cosa. No es necesario seguir hablando.

• La oportunidad de ser salvaje. Si vives en un departamento, conoces los “no” a la hora de hacer el amor: no se puede gritar, no se puede sacudir la cama demasiado, ni gemir en exceso, ni ver una película porno. En un hotel, todo está permitido. Nadie te denunciará por “ruidos molestos”: a lo sumo te llamarán desde la recepción.

• Sábanas limpias. Piedra libre para dejarte llevar. Puedes acostarte empapada después de un baño en el jacuzzi, embadurnarte con chocolate o helado (ideal para fetichistas), o masajearte con aceites perfumados, ¡no importa! Al día siguiente tendrás una cama con sábanas impecables para reestrenar.

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• Servicio a la habitación. Después de una noche alocada, el hambre arrecia. Qué mejor que regalarse un tentempié, ¡sin tener que bajar a la cocina a prepararlo!

• Sin distracciones. Jewely Hoxie, especialista en sexualidad, señala en Yahoo Shine otro factor que convierte al sexo en los hoteles en el mejor de todos: nada te interrumpe. Cero llamados, cero visitas y cero preocupaciones. Cuelgas el aviso de “no molestar” en la puerta, ¡y listo!

El lado B

A pesar de sus muchísimas ventajas, no todas las parejas disfrutan del sexo en los hoteles. ¿Por qué? La escritora neoyorquina y experta en redes sociales Simone Grant, señala en su blog Sex, Lies & Dating in the City qué cosas de los hoteles la deserotizan:

• Los ruidos. Por más que estés en una bella suite, te pueden tocar vecinos molestos con la televisión a todo volumen. Por otro lado, si tú los escuchas significa que ellos también… y no siempre nos relajamos cuando estamos preocupadas por el ruido que estamos haciendo.

• Parte de la diversión queda en casa. Si estás de viaje, probablemente no empaques tu lubricante y todo tu arsenal de juguetitos para la cama… imagínate si te frenan en el aeropuerto para interrogarte.

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• La limpieza. Los hoteles se VEN limpios, ¿pero qué tanto lo están? La sola idea de acostarse donde se acostaron otras tantas parejas (¡fluidos!) puede resultar desagradable.

• La limpieza posterior. Grant se siente incómoda de que alguien limpie su desastre después del sexo. “Es mi transpiración, son mis sábanas repugnantes”, dice.

• Sin sexo matutino. Si eres una madrugadora sedienta como Grant, corres el riesgo de que el servicio de limpieza interrumpa tu placer tempranero.

¿De qué lado estás? ¿Te gusta tener sexo en hoteles?

Fuentes: Revista de la AARP (aarp.org), CNN (cnn.com), Yahoo Shine (shine.yahoo.com), Sex, Lies & Dating in the City (simonegrant.com)

Material consultado:

http://www.aarp.org/relationships/love-sex/info-01-2012/breaking-out-of-a-sexual-rut.html

http://www.cnn.com/2013/09/30/travel/sex-better-in-hotels/index.html?sr=fb100113sexhotels1p

http://shine.yahoo.com/love-sex/7-reasons-to-love-hotel-sex-2598838.html

http://www.simonegrant.com/blog/2009/12/18/5-reasons-why-i-hate-hotel-sex-2/