A mayor ingreso, ¿mejor sexo?

 

A mayor ingreso, ¿mejor sexo? / Foto: Thinkstock
A mayor ingreso, ¿mejor sexo? / Foto: Thinkstock

El clima, el compañero, la vestimenta, el perfume o el ambiente, muchos son los factores que influyen al disfrutar de una experiencia sexual. La cama, que a simple vista no es más que un mueble, se transforma a la hora del sexo en un resumen de nuestras vidas, sueños y carencias. ¿El dinero es uno de los elementos que influye en las relaciones sexuales? ¿Pesa la situación económica de las personas a la hora de disfrutar del sexo? Descúbrelo.

Un estudio realizado en 2009 en España por investigadores de la Agencia Pública de Salud de Barcelona, y reseñado en el portal de noticias científicas, Science Daily, sostiene que efectivamente, los factores socioeconómicos de las personas afectan su satisfacción sexual.

Este trabajo, titulado “Salud sexual y factores socioeconómicos relacionados en España”, basado en una encuesta entre 9.850 personas, afirma que las mujeres disfrutan más del sexo mientras más alto sea su nivel económico. “Las personas de menor status económico se mostraron menos satisfechas sexualmente, especialmente las mujeres, que parecen ser las más influenciadas por estos factores”, asegura Dolores Ruiz, autora del trabajo, de acuerdo con Science Daily.

Pero no solo eso: además de mayor goce, el estudio asegura que las mujeres con riqueza económica tienen sexo más seguro que las mujeres con menores ingresos, y esto es porque las personas con mayor status parecen tener un mejor conocimiento de sus propias necesidades y una mayor capacidad para desarrollar su sexualidad de una manera que sea satisfactoria para ellas. Por esto, dice el trabajo muestran más control sobre el uso de anticonceptivos.

¿Pero qué pasa con las mujeres de bajos ingresos, por qué no pueden disfrutar al máximo de su sexualidad, y hacerlo de manera segura? Estas mujeres, dice a Yahoo Mujer April Masini, autora de los libros Date Out Of Your League y Think & Date Like A Man, “suelen tener mucho más estrés en sus vidas porque están haciendo malabares entre sus puestos de trabajo, problemas de salud, cuidado de niños, las relaciones familiares, o el desempleo -lo que sea que las ponga en la situación de bajos ingresos en primer lugar- y no tienen los recursos para mantenerse a sí mismas y a sus familias. Esto se relaciona con el sexo, porque el estrés es uno de los mayores obstáculos para el buen sexo”.

Este estrés no solo afecta a las personas, sino que termina contaminando las relaciones de pareja. “En la pareja se va instalando un clima de preocupación y de incertidumbre que requiere hablar con claridad por más incómodo que ello resulte”, dice a Yahoo Mujer Adriana Guraieb, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina y de la Asociación Psicoanalítica Internacional.

¿El dinero afecta a la sexualidad del hombre y de la mujer por igual? En parte sí, porque el dinero ha dejado de ser un objeto exclusivamente masculino. “Hasta mediados del siglo pasado, el dinero era una cuestión de hombres. Pero desde que la mujer entró al mercado laboral, pasó a ser un valor universal”, dice a Yahoo Mujer el psicoanalista José Sahovaler, miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional y autor del libro La Erótica Del Dinero. Pero para Masini, no es casualidad que la situación económica impacte más en la sexualidad de la mujer que en la del hombre, como demuestra el estudio de España. “Para las mujeres el sexo no es estrictamente un esfuerzo físico. Es fisiológico, psicológico, emocional, social y espiritual, por lo que hay más componentes que pueden interferir”.

El dinero entra en la cama en forma de autoestima. Tener una buena posición económica, y cierto status social le brinda a las mujeres confianza en sí mismas, que es uno de los ingredientes del buen sexo: sentirse confiada es la clave para disfrutar en la cama. “Por el contrario, cuando la mujer está preocupada en cómo está siendo percibida por su amante, esa mujer no va a estar centrada en el sexo sino en sus déficits percibidos”, dice Masini. Y esto es así porque el dinero, en la cama pero también en la calle, en la vida social y en cualquier acto cotidiano, se ha convertido en la manera en que las personas son valoradas socialmente. “El dinero se ha convertido en la medida más socialmente válida para fijar la valoración del otro”, dice Sahovaler.

Es precisamente esa autoestima baja la razón por la que las mujeres con menor status social tienden a tomar menos recaudos a la hora de sus relaciones sexuales. En este aspecto no juega tanto la capacidad económica como la perspectiva que ven para sus vidas. “Las mujeres que son muy pobres, y que no ven un futuro para sí mismas, pueden no sentir que un embarazo sea tan arriesgado, como sí le pasaría a la mujer que por un embarazo tiene que renunciar a la universidad o a su carrera. Así que en ese sentido, las mujeres con planes para su futuro pueden ser más propensas a tener sexo seguro para prevenir embarazos no deseados que las mujeres que tienen menos dinero”, dice Masini.
¿Cómo evitar que el dinero entre en la cama? “Los hombres que son buenos amantes no se preocupan por su dinero o su status social. Ellos se preocupan por cómo se sienten cuando están en la cama contigo. Si los haces sentir como si fueran amantes maravillosos, van a pensar que eres genial. Nadie lleva un monedero a la cama”, aconseja Masini. Por supuesto, valdría la pena intentar desconectarte, para que tu disfrute sea el mismo, ¿no crees?

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