Salidas en familia con niños pequeños

Llega el fin de semana y la familia se dispone a hacer un plan. Todos se preparan y van a un centro comercial a disfrutar de una película, recorrer locales y comer. Pero este plan, que parecía sumamente divertido, se empaña con los berrinches y llantos del más chico de la familia.

Salidas en familia con niños pequeños
Salidas en familia con niños pequeños

Cuando esto sucede, suele entenderse como un capricho. Sin embargo, se trata de situaciones estresantes para los chicos que se generan por no tenerlo en cuenta a la hora de planificar una actividad familiar determinada.

Una de las claves para armar planes en conjunto es la adaptación mutua. Es decir contemplar las necesidades y gustos tanto de niños como de los adultos de la familia.

La infancia de los hijos invita a renuncias de parte de los padres, renuncias que son temporales.

En una primera etapa, cuando son chiquitos, la familia se adapta un poco a ellos, y luego de a poco esto se va invirtiendo y son ellos los que se van a adaptar a la modalidad y a la dinámica familiar.

De todas formas, esto no implica renunciar a todos los planes que los adultos tengan o quieran hacer. Hay que tratar de encontrar el equilibrio entre quién se adapta a quién, los adultos a los chicos y viceversa,

Se espera que los chicos puedan tolerar algunos planes de adultos y hay otros planes a los que, como padres, es necesario renunciar: sentarse en un restaurante con un chico de 1 año que recién se larga a caminar puede ser complicado, por ejemplo.

La idea es que los adultos puedan esperar para concretar sus planes cuando van a contramano de las necesidades de los niños pequeños.

Las salidas en familia deberían responder al objetivo de compartir un buen momento todos juntos, respetando las características de cada uno, no perdiendo de vista que lo más importante es lo que sucede en ella entre los integrantes de la familia y no el plan en sí mismo.