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Cómo elegir un buen pediatra

Falta cada vez menos para que el pequeñín que está dentro de tu panza conozca el mundo. Y por supuesto que para eso es importante tener un buen médico obstetra. Pero también es fundamental contar con un excelente pediatra desde el primer instante de su vida. Por eso, conviene buscarlo con tiempo.

Cómo elegir un buen pediatra / iStockphoto
Cómo elegir un buen pediatra / iStockphoto

Lo más recomendable es pautar la primera entrevista antes del parto, ya que durante los primeros días será esencial el seguimiento de su salud. Y por supuesto, un buen profesional lo ayudará durante toda su infancia a ser un niño sano, fuerte y feliz. En esta nota te contamos qué necesitas tener en cuenta a la hora de elegirlo.

Los consejos

1. Dónde buscar: hay muchas maneras. Por ejemplo, preguntando entre los conocidos y los contactos. Si tienes parientes o amigos con hijos, una opción es averiguar con qué profesional se manejan y cuáles son sus características. Otra forma es pedir un consejo a tus propios médicos, si tienen algún colega que sea un pediatra de confianza. Asimismo, si te manejas con un sistema de salud pago, puedes llevarles la lista de profesionales para ver cuál pueden recomendarte. Es una buena referencia averiguar donde ejercen, además del consultorio particular; por ejemplo, si son médicos de importantes hospitales o clínicas (especialmente si tienen un cargo alto), o enseñan en instituciones prestigiosas.

2. De a uno a la vez: si bien lo mejor es tener entrevistas con diferentes pediatras, no es recomendable elegir dos al mismo tiempo. Recuerda aquello de cada maestrito con su librito… Y es así, quizá sean dos eminencias, pero con formas de trabajar muy diferentes, y esto puede traerte varias contradicciones. Lo mejor es optar por el que más confianza te inspire. Si con el tiempo te das cuenta de que no es lo que imaginabas, ya tienes otra posible opción al alcance de tu mano.

3. Las distancias: es muy importante que el consultorio esté relativamente cerca de tu casa, por cualquier emergencia y para mayor comodidad de quien lleve al niño. Si está algo lejos pero es un médico muy recomendado, entonces hay que ver si es fácil acceder hasta allí, ya sea por los medios de transporte o con el propio carro. Aunque es de esperar que no ocurra nada grave, lo mejor es tener al pediatra lo más a mano posible.

4. La confiabilidad: el médico debe dedicar un tiempo exclusivo para los papás, aunque el bebé aún no haya nacido. Observa si está absolutamente disponible el día de la cita o quiere deshacerse rápidamente, porque eso habla de su desenvolvimiento en un futuro. Haz una lista con preguntas y tómate el tiempo para que las responda. Eso sí, la consulta debería durar alrededor de 20 minutos, seguramente tiene más pacientes que atender y no podrá dedicarte dos horas. El feedback también es un punto clave, porque aunque sea un profesional sabio, si no consigue despejar las dudas y contener a los padres, no sirve.

5. Preguntas que debes hacerle: qué piensa acerca de la lactancia materna, cómo es el calendario de vacunas que recomienda, si tiene un método de trabajo interdisciplinario con otros profesionales, si tiene en cuenta el aspecto emocional y psicológico, además del físico; el horario de consultas, con qué rapidez dan las citas, a quién deja a cargo cuando él no está, entre otras.

6. Su línea de pensamiento: hay muchas clases distintas de profesionales. Están los que usan medicamentos para todo, los que son más naturalistas, los que trabajan con homeopatía, los que tienen alguna especialización, etcétera. Es recomendable elegir a uno que sea de un perfil similar a tu línea de pensamiento. Porque de lo contrario, cualquier prescripción o decisión que tome no será de tu agrado.

7. La disponibilidad: pídele su teléfono celular para ubicarlo cuando sea necesario, y asegúrate de que puedas llamar a cualquier hora. Asimismo, pregúntale si en caso de urgencia atiende él o recomienda acudir a una guardia. Algunos pediatras, incluso, van al domicilio de sus pacientes.

8. El ambiente: mientras estés esperando en el consultorio observa todos los detalles. Si tiene títulos o certificaciones a la vista, si el lugar es limpio, agradable (suele haber juguetes para los niños), tranquilo y si hay demasiados pacientes esperando. Piensa que a veces tener mucha gente encerrada en un mismo ambiente puede hacer que se contagien alguna enfermedad que tu niño no tenga.

8. Cita con el protagonista: una vez que el pequeño ha nacido y vas a la primera cita, presta atención si es meticuloso a la hora de revisar al bebé. Si anota la información y si le tiene paciencia. A medida que los niños crecen hay una etapa en que no quieren que el pediatra los revise, por eso es aconsejable elegir un profesional que tenga buena onda con los chicos.

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