Rastrear a los chicos con el celular

El celular es uno de los elementos privados de esta época. En él contamos con información de nuestra vida: mensajes, llamados, emails, fotos, videos, más el acceso a las redes sociales, hoy por hoy ¡lugar de encuentro!

Los padres suelen preguntarse si corresponde revisar sus cuentas e historiales o si ellas forman parte de la privacidad de los hijos, y por ello debe ser respetada. Frente a ello diría que depende de la edad de los chicos.

Los niños necesitan de nuestro cuidado y para ello es imprescindible saber qué hacen, con quién están en contacto, qué dicen y qué les dicen…

Por ello la opción de contar con un chip en los teléfonos no inaugura un nuevo tema sino que se agrega a la lista una más: la posibilidad de parte de los padres de conocer los movimientos de sus hijos.

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¿Y por qué no?

¿Acaso los padres no llaman a cada rato a sus hijos para preguntar: ¿dónde estás? ¿A qué hora llegaste? Y tantas otras preguntas.

El tema central es hacer uso, basado en el sentido común, evitando el riesgo de no dar espacio a los hijos de construir sus propios recursos y que los chicos estén anoticiados de esta herramienta.

El cuidado efectivo de los chicos no será vía el rastreo sino de la enseñanza, prevención y acompañamiento en cada uno de los pasos que den en su crecimiento.

Tal vez podamos pensar el chip como un reaseguro, una herramienta a la hora de necesitar localizarlos frente a una emergencia y no en lo cotidiano, en cada movimiento de su vida habitual.

Como decía… ¡el uso con sentido común!

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Marisa Russomando es Psicóloga especialista en Maternidad y Crianza y Directora de La Cigüeña