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Consejos para enseñarle a tu hijo a salir solo

Tanto los cuidamos, desde que eran apenas unos capullitos, que ahora nos cuesta soltarles las riendas. Por otra parte, nos parece que hoy es más peligroso dejarlos ir solos por la vida que en nuestra época. Eso a los padres nos confunde y no tenemos muy clara la edad en que pueden andar por la calle sin necesidad de la compañía de un mayor. Pero es cierto que no podemos valernos de un solo parámetro para saber si nuestro hijo está preparado. En este tema entran en juego un abanico de aspectos personales como su madurez, su autonomía, sus ganas, el barrio en el que vive y la confianza que le tenemos.

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Los chicos crecen y hay que ayudarlos a que se vuelvan independientes, porque no les haríamos un favor si los encerramos en una cajita de cristal. ¿Cómo les enseñamos a manejarse solos por la vía pública?

“No hables con extraños”, ese consejo que nos daban nuestros padres, hoy no les sirve porque los chicos son mucho más astutos que en nuestra época. Esa más, se reirían en nuestra cara. Los consejos sin dudas deben actualizarse. Tienen que ser claros, concisos (a ellos no les gusta oír largos discursos) y sin esa carga de miedo que nos propinaban nuestras las abuelas.

De niño a hombre

De a poco: el trabajo no puede ser de la noche a la mañana. Es bueno incentivarlos desde pequeños e ir contándoles cómo deben desenvolverse en un futuro. Si esto fue así, ya tendremos el 50 % de la tarea hecha. Ellos ya habrán adquirido unos cuantos conocimientos básicos que ahora pueden utilizar. Si no, o si notamos que aún es muy distraído, entonces habrá que empezar de cero.

Más vale esperar… respetar los semáforos al cruzar la calle, mirar hacia ambos lados cuando pasa por las vías del tren y jamás atravesarlas con la barrera baja. Mi abuelo decía: ‘más vale perder un minuto en la vida que perder la vida en un minuto’. Tienen que saber que ningún apuro por llegar puede ser más importante que ponerse en riesgo.

Comunicación fundamental: es bueno dialogar acerca de las supuestas situaciones que podrían suceder y de qué manera actuar. Es también una forma de que despejen sus dudas, ya que muchas veces no surge de ellos plantearlas porque se sienten grandes.

Ir por el camino largo: es bueno repasar con ellos el itinerario que harán, tanto en la calle como en el bus (no está de más seguirlo de lejos la primera vez para ver cómo se desenvuelve). Repasar la dirección y el teléfono del lugar al que se dirige. También sirve mostrarle otras alternativas de caminos y, si es necesario, anotar los nombres de las calles. Lo mejor es comenzar por un recorrido que sea habitual para él.

Por la manzana del sol: indicarle que siempre es mejor que vaya por sitios en los que haya más gente y estén más iluminados.

El dinero: tienen que tener la cantidad necesaria para manejarse, por si se presenta algún inconveniente. Además es una manera de que se sientan grandes y responsables.

Telefonear: pedirle que nos avisen cuando lleguen a destino o en caso de que algo haya salido mal. Tampoco está de más hacerle una lista con números de teléfono que pueda necesitar.

Los amigos: si tiene la posibilidad de vivir su primera experiencia junto a un amigo que esté pasando por la misma situación les dará más seguridad. Es bueno en la medida de lo posible que los primeros años se maneje en grupos de pares. Por ejemplo, que vuelvan con varios compañeros de la escuela.

Peligro: es importante enseñarle que ante una situación de robo debe estar calmo y entregar los bienes materiales que le pidan. Eso tarde o temprano se puede recuperar. Asimismo, en caso de ver violencia debe tratar de resguardarse en algún local o en un sitio en el que haya otras personas.

Generar confianza: la confianza no se regala sino que se gana. El muchacho debe saber que si cumple con las pautas establecidas (puntualidad, llamadas y demostración de responsabilidad) cada vez tendrá más libertad para manejarse solo. Para eso es necesario poner de antemano las reglas básicas.

Ultimo consejo para los padres: confíen en sus hijos, sin descuidarlos, es la mejor manera de que ellos crezcan.

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