Más allá de un recipiente: lo que debes saber acerca de las copas de vino

Más allá de un recipiente: lo que debes saber acerca de las copas de vino

Tal vez hayas investigado anteriormente sobre la manera adecuada de degustar diferentes vinos, ¿pero a que no te habías enterado de que la forma de las copas también podrían influir en el sabor de esta bebida? ¡Pues aunque suene sorprendente, así es! Por eso, te compartimos algunos datos para saber qué copas debes usar dependiendo del vino que vayas a tomar.

Conociendo a las copas

Estos recipientes tienen cuatro características importantes, según dijo la catadora Nova Cadamatre en el sitio Mother Nature Network. Éstas serían:

        La base. Esta parte es la que tiene la función más obvia, pues su objetivo es asegurar que la copa no se vuelque.

        El tallo. Se usa para permitir al bebedor sostener la copa sin tocar el vaso que contiene el vino, para evitar que la temperatura de tus manos lo caliente. Así que siempre trata de tomarla del tallo.

        El vaso. Esta parte es el recipiente donde se verterá el vino.

        El borde. Este es el punto donde el vino se pone en contacto con la boca. Entre más fino o delgado sea el borde, más suave sería la transición del vino a la boca, y así el catador se puede concentrar más en percibir el sabor del vino y menos en la sensación del vidrio al tocarlo con los labios.

Conoce tus copas y disfrútalas más del vino. Foto: Thinkstock
Conoce tus copas y disfrútalas más del vino. Foto: Thinkstock

La forma también importa

Ahora que sabes bien el tema de las formas de las copas, es hora de saber cuál es la apropiada dependiendo del vino que vayas a tomar. Para el vino tinto, lo ideal es utilizar una copa con un vaso o recipiente ancho. Esto permitiría que el vino reciba más aire y pueda "respirar". Así, sus componentes se mezclaráb con el aire y crearán aromas exquisitos.

Por lo general, la sugerencia sería servir esta bebida en copas de 12 a 16 onzas (354.8 ml a 473.1 ml), llenándola solo a 1/4 de su capacidad para que la puedas agitar apropiadamente, según explicó la experta en vinos Joy Neighbors, en su blog, Joy’s Joy of Wine, donde también publicó las siguientes recomendaciones.

¡No sirvas tu vino en cualquier copa! Escoge la ideal. Foto: Thinkstock
¡No sirvas tu vino en cualquier copa! Escoge la ideal. Foto: Thinkstock

Cada vino en su lugar

En el caso del vino blanco, Neighbors aconseja usar una copa con un vaso o recipiente pequeño para que haya menos aire en la superficie. Así, se mantienen mejor los aromas y la bebida se conserva fría por más tiempo. La forma estrecha también dirigiría los aromas directamente a la nariz. Estas copas usualmente tendrían una capacidad para verter de 10 a 12 onzas de vino (295.7 ml a 354.8 ml).

Por otro lado, para los vinos espumosos o champaña, se recomienda utilizar copas con figuras de flautas. Esta forma ayudaría a que las burbujas se mantengan presentes por más tiempo. Esto ocurriría porque la superficie del vino no estaría expuesta al aire muy rápido. Además, también ayuda a mantener los aromas concentrados.

Protege el sabor de tu bebida con el recipiente adecuado. Foto: Thinkstock
Protege el sabor de tu bebida con el recipiente adecuado. Foto: Thinkstock

¡Ahora sí!, la próxima vez que te compres un vino, recuerda beberlo en la copa apropiada para poder saborearlo en todo su esplendor. Y tú, ¿tenías idea de que estos recipientes eran tan importantes?