3 sándwiches especiales para llevar en la lonchera

A las mamás a veces nos cuesta inspirarnos con la comida. ¡Es que hay tanto que organizar y tantas veces por semana! El menú no sólo debe ser sano, sino también variado y, en lo posible, económico. Las viandas para llevar a la escuela es otro tema que suele complicarnos bastante. Hay que prepararlas con tiempo, los alimentos deben quedar presentables hasta la hora de comer y, como si fuera poco, mantenerse frescos. Por eso, hoy queremos regalarte estas ideas que son fáciles, ricas y nutritivas.

Se acerca el calor y los sándwiches son una opción ideal para poner en la lonchera. No tiene por qué ser siempre el mismo de jamón y queso; acá te proponemos otras opciones.

De pollo y aguacate: tenemos como relleno principal dos alimentos sabrosos y nutritivos, una carne blanca y un vegetal que tiene muchas virtudes. Elige un pan fresco, lacteado o de cualquier otro tipo, que no sea demasiado duro al morderlo. Unta las rodajas con mostaza y rocíalas con un poco de aceite de oliva o aceite saborizado.

Si te ha sobrado una pechuga en la heladera, córtala como si fuera un filete fino; si lo que tienes es la pata o el muslo, puedes desmenuzarlos. La palta se puede licuar con unas gotas de limón y sal, si la quieres tipo salsa, o poner en gajos finos. Si deseas agregarle más alimentos y sanos, puedes pensar en perejil, palmitos, aceitunas, nueces picadas y rúgula o lechuga, siempre que a tu hijo le atraigan.

Si prefiere la mayonesa a la mostaza, trata de conseguir sobres pequeños individuales para que los abra durante el almuerzo, así se mantienen mejor.

[Relacionado: Barras energéticas. ¡caseras!]

De salvado con vegetales grillados: además de rico, este sándwich es súper sano. Puedes utilizar todos los vegetales que tengas en la heladera, como berenjenas, zapallitos, zanahorias, calabaza, champiñones y brotes de soya, entre otros.

Trata de elegir los que más le gusten al niño. Córtalos en rodajas muy finas y, en una plancha o sartén con unas gotitas de aceite de oliva, cocínalos de ambos lados hasta que estén dorados. Agrega sal y unas gotas de salsa de soja (opcional). Unta rodajas de un pan de salvado bien fresco, con queso tipo Philadelphia mezclado con ciboulette picada. Luego, coloca de forma prolija el relleno.

Con semillas: elige dos figazzas bien naturales con semillas de sésamo. Córtalas al medio y rocía unas gotas de aceite de oliva (si es saborizado, mejor) o úntalas con mantequilla. Para el relleno puedes colocar unas ruedas de mozzarella o boconccino, unas rodajas de tomate, hojas de albahaca y unas puntas de espárragos previamente blanqueados. Si prefieres, puedes cocinarlos en el horno para que queden más gustosos de esta manera:

Rocíalos con aceite, sal y pimienta, y colócalos en una fuente. Llévalos al horno precalentado a 180º, alrededor de 10 a 30 minutos o hasta que estén tiernos. Déjalos enfriar, corta las puntas y úsalas como parte del relleno.

[Relacionado: Picnic, la cita perfecta en familia]

* Puedes acompañar estos sándwiches con diferentes propuestas como ensaladas verdes, de papa hervida con huevo duro o de tomates cherry o cereza, amarillos y colorados.

Ahora ya tienes asegurado el menú de al menos tres mediodías, con la tranquilidad de que el niño estará bien alimentado.