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¿El fin de los probadores?

Salir de compras por el shopping podría ser un placer del primer al último minuto si no fuese que, en algún momento, debemos entrar al probador. Es ahí, en ese mínimo metro cuadrado, donde el pantalón que creíamos “inigualable”, se transforma en “insufrible”; los botones de la blusa se saltan a la altura del busto; y los vestidos sólo dejan en evidencia que los músculos abdominales hace rato que no saben de ejercicios.

Y como si fuera poco, la luz resalta la celulitis que creíamos erradicada. Y la calefacción no hace otra cosa que helarnos (si es verano) o convertirnos en una brasa humana: al calor ambiente hay que sumarle la temperatura corporal que se ha elevado un par de grados tras la frenética lucha entre la ropa y uno, primero para que entre y después, para que salga.

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Todo sería más fácil, además, si la vendedora estuviera atenta y bastara asomarnos para que acudiera por otro talle o color. ¿Nunca les ha pasado que en la desesperación por ser atendidas terminaron en el pasillo de los probadores con el pantalón a media pierna gritando por otro modelo?

Conozco mujeres que para evitar todo este “circo” compran sin probarse. Entran al local, eligen y cuando pagan se aseguran que quede bien guardado el ticket de cambio. Y así se van corriendo a sus casas, desesperadas por probarse la prenda nueva. ¡No hay derecho!

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Una amiga muy querida suele llamarme por teléfono desde el probador para que la ayude a decidirse por tal o cual prenda. Pero resulta que, aún hoy en día, la señal del wifi es muy baja en esta zona de los locales. Atenta a esta dificultad, la última vez que salió de compras me pidió que la acompañase. De diez locales a los que entramos, solo dos tenían sofás en la antesala de los probadores para que quienes esperábamos, estuviésemos cómodos.

Y la lista de infortunios podría continuar. Solo me pregunto por qué no son tenidas en cuenta todas estas cuestiones por arquitectos y diseñadores de interiores. Se trata solo de un poco de sentido común. ¿O será que quieren que compremos todo por la web y ya decidieron firmar el acta de defunción de los probadores?

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¿Cómo te llevas con los probadores? ¿Has encontrado uno ideal? ¿Cómo es?