¡Socorro! El niño y la niña una en habitación compartida

La casa es pequeña pero las ideas son grandes. Cuando los chicos deben compartir el cuarto existen soluciones que pueden resolver el problema de que cada uno conserve tanto su individualidad, como su intimidad y su espacio.

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Convivir en la habitación con un hermano del otro sexo no es tan terrible si se presta atención a ciertas pautas para que ambos queden conformes. Pueden tener una buena experiencia de vida, por lo menos, hasta que sean adolescentes (momento en que se deberá tomar otras decisiones).

Lo primero que hay que tener en cuenta es la edad de los retoños. Cuanto más pequeños, niño y niña tendrán gustos similares; se irán diferenciando y necesitando delimitar sus espacios a medida que crezcan.

De cualquier manera, cada una de las ideas se puede implementar para todas las edades. Esta es sólo una guía para poder ordenarse.

Bebés, un mundo por descubrir

Es una etapa fácil en cuanto a las decisiones, porque somos los adultos quienes deberemos elegir por ellos. Además, por el momento la intimidad de los chicos no es un problema, ni será tan importante que se diferencien por género, ya que tienen afinidades muy similares. Están descubriendo texturas, colores, sonidos… les gusta hacer garabatos, dibujar las paredes... Entonces, es bueno delimitar sectores en los que puedan experimentar diferentes sensaciones: el rincón de la casita, los instrumentos, la zona de los espejos (siempre teniendo en cuenta las medidas de seguridad), el sector permitido para dibujar la pared, etcétera.

Lo más conveniente es buscar opciones que puedan seguir utilizándose a medida que los chicos vayan creciendo. Por ejemplo, cuáles serán los muebles importantes y el color base de las paredes (aunque esto puede variar cada tanto). Los tonos suaves son los ideales para que aprendan a conciliar el sueño: verdes, azules, amarillos, todos pueden jugar un rol destacado siempre que sean sutiles. Y es posible combinarlos con otros más neutros como el gris, el natural y el blanco. Los vibrantes estarán presentes en los accesorios.

Una buena idea para que vayan distinguiéndose desde el comienzo es colocar sus nombres en la cabecera de las cunas. Puede ser con carteles, vinilos, letras de madera y hasta en tela, que se encargan a medida cuando las abuelas no se dan maña. Otro recurso divertido es pegar banderines con leyendas: "Este es el cuarto de Pedro y Lucía".

Érase una vez… los niños hasta 7

La disposición de las camas será un punto fundamental para ganar espacio en una habitación en la que los chicos crecen rápidamente. Una buena solución son las literas altas. Por ejemplo, que cada uno cuente con una en distintos sectores con un escritorio, un mueble para guardar juguetes o un placard debajo.

-Más clásico: hay que mediar para elegir un tono que les guste a los dos chicos. No a todas las niñas les interesa el típico cuarto rosa o lila. Quizás puedan aceptar el turquesa o verde mar. Si no, el blanco nunca falla. Luego, los accesorios darán el toque personal para cada chico. También se puede pensar en dos colores que combinen armoniosamente y jugar con ellos diferenciando los distintos sectores, como es el caso dos verdes que se acoplen o del rojo y el azul. Así, si por ejemplo colocamos de base a la niña el rojo y al niño el azul, podrán mezclarse en los detalles y así que ella tenga los suyos en azul y él, unos en colorado.

Hay cabeceros de vinilo que también sirven para individualizar las camas y definir espacios.

-Idea audaz: pensar en un cuarto temático. Por ejemplo, el fondo del mar en el que a él se le asigne todo lo relacionado a un submarino y a ella, a una sirena. Otras opciones: un bosque encantado, con caperucita y el lobo, un safari con distintos animales, los artistas o los famosos superhéroes.

Los pequeños fans (de 8 en adelante)

La intimidad tiene un papel fundamental en esta etapa. Los chicos desean compartir menos que nunca sus lugares, pero hay estrategias que pueden ayudar mucho. Como por ejemplo, jugar con el nivel de las camas, colocar una biblioteca para dividir, paneles corredizos, cortinas o biombos divertidos. También deben contar con un sector que cada uno adorne con sus objetos preferidos, como los pósters de sus ídolos o las fotos con sus mejores amigos.

Aún encontrando una solución, ya es el momento de comenzar a pensar en otras respuestas para el futuro. Este período termina antes de lo esperado y los chicos algún día tendrán que tener un espacio propio.

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