Las 10 tareas que no hay que dejar de hacer, al menos una vez por mes

Hay sectores de la casa que se van arruinando de a poco y nos damos cuenta cuando ya es demasiado tarde. Por ejemplo, aquellos en los que la suciedad se acumula paulatinamente; son los menos visibles o los de difícil acceso. Pero el día que nos percatamos y le queremos prestar atención ya está tan percudido que no hay manera. En el mejor de los casos quedará gris en vez de negro.

Para que eso no nos suceda, lo ideal es hacer un mantenimiento al menos 1 vez por mes. De esta manera, no sólo estamos eliminando bacterias sino que también dejamos impecable el hogar y evitamos que el tiempo arruine nuestras pertenencias.

Eso sí, antes de empezar un pequeño pero útil consejo: tener a mano un calendario a modo de ayuda memoria, para saber qué día hemos realizado la tarea y cuándo deberíamos volver a hacerla. Porque a veces creemos que nos vamos a acordar al siguiente mes y son tantas las responsabilidades que tenemos que en general nos terminamos olvidando. Si hacemos dos o tres tareas por semana, el trabajo no se vuelve tan pesado y la casa se ve reluciente.

Por dónde empezar…

Paredes: tanto las que están pintadas como las que tienen azulejos, con el correr de los días se van manchando. En especial, si en el hogar hay niños o mascotas. Por eso, en el caso de las paredes pintadas, lo mejor es pasar un trapo con agua. Si la pintura es satinada, se puede probar con detergente o un limpiador cremoso en las zonas más complicadas. Para los azulejos lo mejor es pasar un trapo humedecido en una mezcla de agua y amoníaco. Quedarán brillantes como el primer día.

Horno y microondas: ambos suelen tener mucho uso y por lo tanto sufren derrames y salpicaduras de comidas. Por otra parte, el manoseo es constante al tener que abrir y cerrar las puertas para utilizarlos. Ambos se pueden lavar con el limpiador cremoso, en el caso de las hornallas de la cocina con una esponjita acero; en el microondas es importante colocar el limpiador sobre el trapo húmedo y no en el artefacto directamente.

Vidrios y espejos: esto dependerá de cada hogar debido a la zona en que viva (si es ventosa, si llueve seguido o si hay mucha humedad) y a la dirección en que está ubicada la casa. Pero de cualquier forma es aconsejable no dejar pasar más de un mes para su higiene. La mejor manera de que brillen es muy sencilla y económica: un trapo con agua y secar con otro de algodón o toalla. Esta fórmula también sirve para los espejos.

Rejillas: se suelen llenar de pelos y otros residuos que las obstruyen. Es primordial, cada tanto, ir una a una quitándole la suciedad (bachas, fregadero, bañera, piso del baño, lavadero, etcétera). Para las que están muy tapadas, una opción es utilizar un desatascador o sopapa. También hay líquidos especiales para destaparlas que suelen funcionar muy bien.

Cortina del baño: con la humedad diaria pueden aparecer pequeñas manchas negras que son hongos. Si quiere evitarlo, el mismo limpiador cremoso sirve para las de plástico o se pueden meter (así como las de tela) en el lavarropas con un lavado suave.

Heladera: es fundamental mantenerla en buen estado ya que está en continuo contacto con la comida. Una vez por mes podemos sacar todo lo que tiene, repasarla, lavar los cajones y diferentes gavetas, tirar los alimentos que vencieron, pasar el plumero o la aspiradora por el reverso y volver a colocar todo en su lugar. Y una vez cada 6 meses lo mejor es descongelarla y hacer una limpieza más profunda.

Colchón: cada tanto hay que dejarlo durante unas horas afuera, en el sol si es posible. Luego, volver a colocarlo pero dado vuelta para que no se hunda siempre en el mismo sector.

La plancha: puede quedar con manchas negras debido al uso cotidiano. Pruebe con un detergente y una esponjita, desenchufándola previamente. Si la mancha persiste puede intentar con el limpiador cremoso.

Muebles altos: el plumero aún sirve. La tierra y el polvillo que no se retira cada día acostumbra pegarse; y luego es muy complicado de quitar. Por eso, no olvide plumerear los sectores altos de los muebles o con la ayuda de una escalera repasarlos con un trapo húmedo.

Lavarropas: basta 1 litro de vinagre blanco y ponerlo a funcionar con un lavado profundo (puede utilizar trapos viejos). Tan simple como eso y la ropa nunca tendrá manchas por culpa de la lavadora.