Cómo quitar las manchas de la ropa del bebé

¿Cuántas veces queremos guardar de recuerdo algún vestidito que ya no le cabe a nuestro bebé? Pero resulta que aunque está como nuevo tiene unas horribles manchas.

O luego de mucho tiempo volvemos a sacar las ropitas de la guardilla para utilizarlas con nuestro próximo hijo… o simplemente queremos regalársela a otro pequeño cercano. Y cuando las encontramos nos damos cuenta de que tienen unos amarillentos lamparones.

A no preocuparse, no hay por qué deshacerse de las ropitas. Hoy nada se tira, todo puede reciclarse o, mejor dicho, volver a quedar como nuevo. No es necesario gastar millones de pesos en distintas marcas de quitamanchas hasta dar con la que buscamos. Con algunos pequeños trucos muy fáciles de hacer podemos dejarla como recién comprada.

Hay un producto que es el más noble y que por lo general sirve para la mayoría de las manchas; además, no daña los géneros: es el jabón blanco o neutro.
Primero debemos mojar la zona y frotarla muchas veces con el pan de jabón. Luego, la dejamos secar al rayo del sol y lavamos la prenda como solemos hacer; es decir, en la lavadora o a mano.

Si es persistente, podemos probar nuevamente enjabonándola y colocándola dentro de una bolsa de nylon. La dejamos otra vez al sol y repetimos el lavado. Si nada de eso funciona, aún quedan otras opciones…

Prueba fundamental

Hay que tener en cuenta que algunos de estos tratamientos pueden llegar a decolorar o dañar las prendas. Por eso, es recomendable que antes de aplicarlo directamente sobre la mancha comprobemos en algún lugar escondido (por ejemplo, un pliegue o la bastilla) si la tela queda intacta. La dejamos unos minutos, luego la enjuagamos con agua y la dejamos secar. Entonces, si nada ha cambiado y todo sigue igual, manos a la obra y a combatir esas molestas huellas de otros tiempos.

Las de óxido: el sumo de limón mezclado con bicarbonato de sodio sirve para las prendas claras. Se coloca varias veces y luego se enjuaga con abundante agua tibia.
Las de fruta: lavar bien con agua tibia y jabón neutro. Luego, refregar con un trapo embebido en alcohol. Volver a lavar. En el caso de las de fresas o alguna otra fruta roja, aplicar detergente de ropa directamente sobre la zona, dejarla una hora o hasta que se seque y lavarla en la lavadora.
Las de grasa: rociar un lavavajillas y frotar varias veces. Otra opción es colocar talco abundante sobre la mancha y sobre este un trapo o un papel absorbente. Luego, planchar con calor suave para remover la grasa.
Ropa amarillenta

Dejar en remojo la prenda durante unos cuantos minutos, en un recipiente con agua oxigenada rebajada con agua. Luego, frotar y lavar normalmente. Si persiste, podemos probar la misma preparación pero agregarle dos cucharaditas de amoníaco. Luego, lavar a mano con agua tibia y no permitir que se seque bajo el rayo de sol.
En general las manchas no son fáciles de quitar, por eso, no hay que darse por vencido en la primera prueba. Debemos repetir el procedimiento varias veces hasta lograrlo.

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