Bagna Cauda: hazle frente al frío con sabor piamontés

Este invierno, prepara una deliciosa y suculenta Bagna Cauda, una vieja tradición piamontesa que no sólo invita al reencuentro, sino también, es ideal para una reunión invernal con familia y amigos. Quiero compartir contigo los detalles de esta tradición familiar, y regalarte la receta de mi abuela, que fue pasando de generación en generación, viajó desde Piamonte en Italia, hasta Argentina, y desde allí vino en mi maleta hacia Miami. ¡Que la disfrutes!

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Mis recuerdos se remontan al fragante comedor mi abuela Clelia en Los Cardos, el pequeño pueblo donde vivían mis abuelos maternos en Argentina. La gran ocasión se daba cita allí año a año, un mediodía de algún frío domingo de julio, cuando hijos, primos, tíos, sobrinos y nietos viajábamos a Los Cardos para reunirnos alrededor de la gran mesa, presidida por la olla de suculenta Bagna Cauda. Era un esperado evento familiar, y una excusa para reunirse, reírse, charlar, disfrutar, hacerle frente al frío y honrar una vieja tradición italiana.

Bagna Cauda quiere decir, en piamontés, salsa caliente, o baño caliente. En efecto, se trata de una salsa espesa a base de crema de leche, ajos y anchoas, que se sirve muy caliente en una olla en el medio de la mesa, rodeada de verduras, carnes y panes, y en donde todo el mundo baña el bocadillo de su elección. Es un concepto muy parecido al de la fondue.

Hoy en día hay muchas variaciones de la receta, algunas, por ejemplo, llevan aceite de oliva en lugar de crema, y no llevan mantequilla, y los acompañamientos son diferentes según la región. Aquí comparto contigo, con todo cariño, la receta de mi abuela piamontesa, doña Clelia Genero:

La salsa, el corazón de la reunión

Necesitarás: 3 ajos enteros grandes, 1/2 libra de mantequilla, 1/4 de galón de crema de leche, 1/2 libra de filetes de anchoas

Cómo se prepara: Pela los ajos y pícalos bien finito. Derrite la mantequilla en una olla y cocina los ajos a fuego bien bajo, hasta que estén transparente. Pica también las anchoas limpias y agrégalas a la cocción. Vierte poco a poco la crema de leche y cocina de una hora a una hora y media, a fuego muy lento.

Recomendaciones de la abuela: Si la salsa se espesa demasiado, agrégale leche, pero siempre de a poco. El desafío más grande es que la Bagna no se corte, por lo cual es importante que la cocines todo el tiempo a fuego muy lento.

Acompañamientos "a gusto y piacere"

Puedes acomodar en la mesa distintas fuentes con vegetales hervidos o grillados como papas, coliflor, brócoli, repollitos de Bruselas, alcauciles, espárragos, pimientos, zanahorias; vegetales crudos como lechuga, tronquitos de apio tierno, cardo; y carnes como pollo, jamón o chorizo. También puedes agregar harina de maíz hervida (polenta) y pastas rellenas como ravioles o capelettis. Infaltable: distintas variedades de panes, algunos de los cuales puedes tostar.

Sugerencias para servir

La tradición piamontesa manda a servirla en una gran olla de guisa o de barro en el centro de la mesa, compartida por todos los comensales, que por lo general están de pie. Pero si prefieres, puedes sentar a tus invitados y acomodar recipientes individuales para cada uno.

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