Llorar: saludable desahogo

“La risa está sobrevalorada”, solía decir el célebre personaje Alan Shore que James Spader interpretaba en la serie Boston legal.

Démosle buena prensa al llanto, porque, según los expertos, “con el llanto se limpia el lagrimal, se consigue una adecuada hidratación del ojo y se liberan hormonas del bienestar. El estrés conduce a una sobrecarga de estas últimas y, al llorar, se elimina una parte de adrenalina, noradrenalina y oxitocina, además de opiáceos endógenos, un grupo de péptidos que provocan los mismos efectos que los analgésicos opiáceos".

El Pat F. Bass, de la Louisiana State University e integrante del staff de sitio especializado en salud Everyday Health apunta que "derramar lágrimas puede ser una liberación emocional enorme y muy saludable, especialmente si se está experimentando un profundo dolor, tristeza, ira o estrés.

Un estudio analizó 140 años de artículos de divulgación sobre el llanto y encontró que para 9 de cada 10 individuos llorar era una buena manera de liberar sentimientos reprimidos. Una muestra internacional de hombres y mujeres de 30 países concluyó que la mayoría informó una sensación de alivio después de un buen llanto. Y el 70 por ciento de los terapeutas dicen que el llanto es bueno para sus pacientes".

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El tema es que socialmente llorar está mal visto. Si uno se ríe a todo el mundo le parece encantador, pero nos pasa algo muy distinto cuando vemos a alguien llorar. "Los hombres no lloran", dice el mandato popular.

Y en relación con la risa, siempre resulta mucho más liberadora aquella en la que derramamos lágrimas, "llorar de la risa".

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La mala prensa de las lágrimas hace que normalmente las reprimamos.

"El principal beneficio de llorar es la catarsis -dice Bass-, o una purga o purificación de los sentimientos a través de la liberación emocional. Cuando lloras, se puede dejar de lado la tensión, la tristeza y otras emociones. En muchos sentidos, el llanto sirve como una válvula de seguridad que permite desalojar las emociones que se han acumulado produciendo demasiada presión interior".

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Así que basta de reprimirse: lloremos de la bronca, de felicidad, de risa, o de lo que sea, pero lloremos copiosamente. Una saludable manera de andar por la vida más livianos.

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