Escépticas del amor

Así como hay mujeres adictas al amor, que no pueden pasar mucho tiempo sin estar enamoradas, hay otras mujeres que no creen en el amor. Estas mujeres se toman el amor como una ficción procedente de la literatura, del cine y hasta de los centros comerciales y reniegan de esos efectos positivos que produce el enamoramiento y del romanticismo. Son amantes de su libertad.

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"Conocí a un gran tipo -escribe la blogger anónima de Diario de una Escéptica-. Puedo imaginar un futuro con él. Me hace reír y quiere que yo sea feliz, no importa lo que pase. Si necesito algo, él está ahí para mí. He tropezado literalmente en el novio soñado. Él es el hombre que quiere conocer a tus mejores amigos y a tus padres. Es sincero y digno de confianza. Realmente quiere saber acerca de tu día y trata de resolver tus problemas, ya que se da cuenta de lo estresada que estás. Por encima de todo, él es bueno en la cama. Hay un problema. Yo no creo en el amor. Yo no creo en tener un vestido para cada ocasión y que una botella de vino pueda arreglar cualquier cosa de un día estresante, yo no creo en el romanticismo. ¿Qué es el amor? ¿Hacer feliz a alguien haciendo lo que te pide? Suena como un trabajo. Pero el amor no debería ser un trabajo. Si mostramos suficiente "amor" a nuestra pareja, ¿qué nos pasará? Nos quedaremos en la misma relación maldita. Para todos los efectos, el amor no tiene sentido. Así que no, no creo en el amor. En parte debido a mi pasado, pero también debido a mi presente".

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A no confundirse, porque no se trata de esas mujeres a las que alguna vez les rompieron tanto el corazón que ahora están a la defensiva. Son más bien mujeres muy seguras de sí mismas que no creen en el amor más por una observación de lo que produce en las personas que por malas experiencias.

No creen en las relaciones de pareja porque piensan que todas están condenadas a fracasar, y viven su soltería como la única manera de no tener al lado a un hombre que busque anularlas.

Para estas mujeres, los "príncipes azules" no existen y no esperan encontrar uno. De tanto ver dolor como producto de la idealización amorosa prefieren la calle opuesta.

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La verdad es que, aunque pueden ser criticadas, algo de razón tienen. Solo que lo que está en juicio no es el amor, sino la manera en que nos vinculamos, el marco que le ponemos, la forma a la que lo sometemos. Con los modelos de relación tradicionales en franca crisis, aún no hemos encontrado una forma un poco más sana de relacionarnos.

Ellas prefieren el escepticismo absoluto. Otras andan buscando...

En Twitter @aleherren

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