¿Es verdad que las muelas del juicio no sirven para nada?

Esta es una de esas ocasiones en que lo que se dice popularmente es cierto: las muelas del juicio, terceros molares o cordales, no tienen utilidad actualmente y prácticamente solo sirven para molestar.

Pero esto no siempre fue así, en las primeras etapas evolutivas del hombre fueron muy importantes y nos sirvieron para adaptarnos al ambiente, ya que la potencia masticatoria que se requería era mayor, para poder comer raíces y otros alimentos duros, antes de que el hombre usara o siquiera considerara, la cocción.

Con el paso de los miles de años, el entorno se fue modificando y las muelas se tornaron poco útiles, pero no desaparecieron y quedaron como vestigios de la evolución, es por eso que se le cuenta entre los órganos o elementos vestigiales del cuerpo humano.

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En realidad, se sabe que dejaron de ser necesarias para el hombre desde hace más de 2 millones de años, y es que se han encontrado fósiles de tal antigüedad con las muelas del juicio de tamaño reducido, incluso en China, se encontraron mandíbulas de aproximadamente 1 millón de años sin ellas.

Ha pasado ya bastante tiempo y aunque el tamaño de la mandíbula de nuestros antepasados al hombre actual ha disminuido considerablemente, se siguen teniendo 32 piezas dentales, con los problemas que esto implica.

Pero, ¿cómo se explica que no hayan desaparecido todavía? Algunos teorías apuntan a que la intervención humana es la culpable, y es que al contar con medios mecánicos para deshacernos de ellas (aquí entra la mano de los odontólogos actuales y los sacamuelas de antaño), la información genética que se pasa a la siguiente generación parece no ameritar ninguna modificación, o si lo hace, lo está haciendo de forma muy lenta.

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Se calcula que 1 de cada 10 personas ya nace sin estas piezas dentales; la mala noticia es que es aún más pequeño el porcentaje, solamente el 5 por ciento de las personas, las que tiene un juego de estas muelas en perfecto estado y exento de problemas; el grueso de la población tiene que recurrir a su extracción, pues en el mejor de los casos, provoca el desacomodo del resto de la dentadura por la presión ejercida –que no es poca cosa– y en los peores, abscesos, quistes, periodontitis, entre otros.

Lo cierto es que si eres de los afortunados que tiene unas muelas del juicio sanas, es mejor no extraerlas; si tienes dudas, acude con tu odontólogo para una revisión a fondo, él te podrá orientar sobre lo que es más conveniente para ti y la salud de tu boca.

Fuentes:
http://es.deltadentalins.com/oral_health/wisdomteethdw.html
https://www.propdental.es/blog/odontologia/posibles-complicaciones-tras-extraer-la-muela-del-juicio/
http://www.uwhealth.org/spanishhealth/topic/decisionpoint/muelas-del-juicio-%C2%BFdeber%C3%ADa-extraerme-las-muelas-del-juicio/aa143778.html

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