¿A qué se debe el color de los dientes?

Las dentaduras totalmente blancas no existen, salvo quizá en los anuncios de televisión y en las sonrisas ‘de molde’ tan de moda en las celebridades de Hollywood.

A qué se debe el color de tus dientes
A qué se debe el color de tus dientes

Lo cierto es que los dientes, al igual que la piel, no son de un solo color, y también está determinado por la genética. Así que notarás que muchos miembros de tu familia comparten la tonalidad dental (salvo quienes, por sus hábitos, lo han alterado mucho).

¿Qué color tienen entonces?

En realidad podríamos decir que son una mezcla de blanco con suaves matices de amarillo, café o marrón y gris.

Lo que perciben nuestros ojos es el resultado del color de la dentina (el interior del diente) y el color del esmalte; entre más claro sea éste último, más se percibirá el color de la dentina, que es donde aparecen los matices mencionados.

Conforme pasan los años y nos hacemos más grandes, la pulpa de los dientes –que es la que les aporta la brillantez–, retrocede hacia la raíz. Cuando esto pasa, la dentina que la rodea va reemplazándose por otra más opaca.

Contrario a lo que se pensaría normalmente, cepillarse demasiado fuerte, con cerdas muy rígidas o con pasta abrasiva provoca la aparición de manchas amarillas, esto se debe a que el esmalte se desgasta y va mostrando zonas de la dentina (lo que también provoca sensibilidad dental).

Otro factor que afecta el brillo natural de los dientes es la ingestión excesiva de flúor, algo bastante común en países donde se fluoriza el agua y la sal de manera generalizada (como en prácticamente todos los países de América). Esta condición se llama fluorosis, la buena noticia es que es posible corregir su efecto en la pigmentación dental con blanqueamientos tradicionales.

Algunas personas pueden notar también puntos o líneas de color más claro, esto suele ser efecto de algún problema (mala nutrición, el uso de algunos medicamentos, especialmente antibióticos) durante el desarrollo de la dentadura, incluso desde la gestación, que es cuando se forman los primeros dientes, y hasta los cuatro años de edad.

Una causa poco conocida es también el equilibrio mineral de la sangre: los cristales de fósforo y calcio presentes en ella constituyen el 70% de la dentina y el 95% del esmalte, cuando hay exceso o déficit de alguno de estos minerales, el color de los dientes también se fe afectado.

Pero cualquier odontólogo podrá confirmar que son los hábitos los que más influyen en el color de dentadura que le mostramos al mundo. Bebidas como el café, el té, el vino tinto o el refresco de cola; el tabaco y también ciertos medicamentos (en especial los antibióticos), son los principales enemigos de una sonrisa que luzca saludable.