Alergias de contacto, señales de alerta

Cuando la piel se irrita sin razón aparente, muchas personas se confunden, sobre todo si no han usado nuevos productos de belleza. Sin embargo, cuando la condición empeora se preguntan si será resequedad o algo más complejo. La respuesta podría ser una reacción alérgica tardía, como la que caracteriza a la dermatitis de contacto.

Dertmatitis, alerta / Foto: Thinkstock
Dertmatitis, alerta / Foto: Thinkstock

Las irritaciones en la piel no deben tomarse a la ligera, pues suelen ser una señal del cuerpo para decirnos que algo no está bien. En ocasiones, pueden deberse a una reacción alérgica no necesariamente por la aplicación de un producto cosmético, sino también por el contacto de la piel con ciertos elementos. Así lo explica el dermatólogo Joseph F. Fowler, expositor para la Academia Americana de Dermatología; quien señala que el padecimiento conocido como dermatitis de contacto puede iniciar con:

  • Piel irritada.

  • Resequedad.

  • Desecamación.

  • Erupciones e inflamación, de no recibir tratamiento.

Cuando los especialistas reciben casos que diagnostican como dermatitis de contacto, su primera misión es encontrar al responsable de la reacción alérgica, lo que no es una misión sencilla. Según Fowler, este padecimiento, que se presenta comúnmente en manos y rostro, puede desencadenarse por uno de los innumerables elementos y sustancias que entran en contacto con nuestra piel cada día, con la complicación de que la reacción puede presentarse varios días después del momento de contacto, lo que hace más difícil rastrearla y detectarla.

Encontrar al culpable
Ante este panorama, para encontrar al culpable, el especialista debe realizar diversas pruebas sobre la piel, a la que se le aplican pequeñas cantidades de los alérgenos sospechosos. Como explica el dermatólogo, tras este procedimiento, lo que sigue es esperar de 3 a 5 días, para ver qué zona con qué tipo de alérgeno presenta una reacción, y así poder recomendar al paciente las medidas y tratamiento a seguir.

Sospechosos comunes
Fowler expone que algunos de los alérgenos relacionados con la dermatitis de contacto, son:

Los metales. El níquel encabeza la lista. El problema es que, de acuerdo con el experto, casi todos los metales contienen cierta cantidad de este, por lo que la joyería y los teléfonos celulares figuran como posibles causantes de las reacciones propias del padecimiento. Así que, si este fuera el caso, el médico menciona que parte del tratamiento sería evitar el contacto con la fuente del problema, recurriendo a accesorios de otros materiales y a coberturas para los teléfonos.

Los cosméticos. Fowler remarca que se incluyen también los que se identifican como "dermatológicamente probados" o "natural". Puntualiza que los aceites esenciales o extractos herbales de estos productos pueden perjudicar a personas alérgicas. El dermatólogo destaca la importancia de suspender el uso de un nuevo cosmético que generó reacciones alérgicas y consultar a un especialista.

Neomicina. Es un ingrediente común de los antibióticos tópicos que no requieren prescripción médica, que se utilizan como ungüentos de primeros auxilios para la curación de cortadas y otras lesiones en la piel.

Dimetilfumarato. Aunque no es un alérgeno muy común en los Estados Unidos, el Dr. Fowler explica que este químico, introducido en pequeños paquetes dentro de los cojines de sofás y sillas provenientes de China, para prevenir la formación de moho, puede traspasar la tela y, por lo tanto, la ropa de quienes toman asiento en aquellos lugares. El dermatólogo indica que algunas personas resultan intensamente alérgicas a este compuesto, que ha generado varios casos en otros países.

Fuente: Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología.

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